5 libros que todo niño debería leer en su infancia.
 
      
    Leer es una actividad fundamental y beneficiosa para el desarrollo integral de un niño, no solo promueve el desarrollo de habilidades fundamentales como el lenguaje y la comprensión, sino que también enriquece su mundo interior, fomenta su creatividad, expande sus horizontes y les prepara para enfrentar con éxito los desafíos académicos y personales que encontrarán a lo largo de sus vidas.

Un estudio de la Universidad de Cambridge encontró que la lectura por placer en la primera infancia, está relacionada con un mejor rendimiento cognitivo y bienestar mental en la adolescencia.
La investigación, publicada en Psychological Medicine, analizó datos de más de 10,000 jóvenes del Reino Unido y encontró que aquellos que leían regularmente desde pequeños presentaban mejores habilidades de memoria, concentración, lenguaje y aprendizaje, además de niveles más bajos de estrés y síntomas depresivos en comparación con quienes no tenían ese hábito.
Si como padre de familia tienes la idea de empezar esta práctica con tus hijos, genial, te compartimos algunos libros que pueden estar en tu lista para este proyecto, sin embargo toma en consideración los intereses de tus hijas e hijos, por ejemplo, si es curioso por la ciencia, el espacio, el ambiente, busca ese tipo de libros que pueda educarse a su edad, de esta manera nutritrá aún más su interes formándose para su futuro.
¡Ahora sí, empecemos!
5 libros que todo niño debería leer en su infancia.
1. El corazón y la botella de Oliver Jeffers.
Es un libro profundamente sensible y visualmente hermoso, ideal para trabajar con niños temas emocionales y de crecimiento interior. Este libro alberga una historia conmovedora y con una de las lecciones más importantes de la vida. Invita a los niños a reflexionar sobre el valor de los sentimientos, la pérdida y la curiosidad. Jeffers cuenta la historia de una niña llena de asombro por el mundo, que un día decide guardar su corazón en una botella para protegerlo del dolor. Sin embargo, en ese intento por no sufrir, también pierde la capacidad de maravillarse y disfrutar la vida.
A través de ilustraciones delicadas y un lenguaje accesible, El corazón y la botella enseña que sentir, aún cuando duele, es parte esencial de estar vivos. Es un libro ideal para leer en familia, conversar sobre las emociones y ayudar a los niños a comprender que la vulnerabilidad también es una forma de fortaleza.
Más que una historia para niños, es una lectura que emociona a cualquier edad, recordándonos que mantener el corazón abierto es lo que nos conecta con la alegría, la empatía y la esperanza.

2. El misterioso caso del oso, de Oliver Jeffers.
Otro clásico de Jeffers, también tiene un mensaje precioso, y combina humor, curiosidad y conciencia ambiental. En esta divertida historia con tintes de misterio, Oliver Jeffers nos presenta un bosque donde los árboles comienzan a desaparecer sin explicación. Los animales, alarmados, deciden investigar y descubren que el responsable es un oso con una misión secreta: necesita papel para participar en un concurso de aviones de papel.
Con su característico estilo visual y narrativo, Jeffers logra abordar temas como la responsabilidad, la empatía y el cuidado del medio ambiente, sin perder el encanto de la aventura. Los niños se sienten parte del caso y, al mismo tiempo, aprenden sobre las consecuencias de nuestras acciones en la naturaleza.
El misterioso caso del oso invita a reflexionar sobre el equilibrio entre los sueños personales y el respeto por el entorno. Una lectura entretenida y con propósito, que fomenta la curiosidad, el pensamiento crítico y la conciencia ecológica desde la infancia.

3. ¿Cómo te sientes? de Anthony Browne.
Un clásico contemporáneo para trabajar las emociones con niños. A través de ilustraciones sencillas y expresivas, Anthony Browne nos invita a explorar el mundo de las emociones de una forma cercana y comprensible para los niños. En este libro, un simpático chimpancé muestra diferentes estados de ánimo —tristeza, alegría, enojo, miedo, sorpresa, vergüenza— y ayuda a los pequeños lectores a poner nombre a lo que sienten.
Con su lenguaje claro y su tono empático, ¿Cómo te sientes? se convierte en una herramienta valiosa para educar emocionalmente desde los primeros años, promoviendo la empatía, la autorreflexión y la comunicación. Es ideal para leer en casa o en el aula, como punto de partida para hablar sobre cómo nos afectan las emociones y cómo podemos expresarlas de manera saludable.
Este libro recuerda que todas las emociones son válidas y que reconocerlas es el primer paso para comprendernos mejor y relacionarnos con los demás con sensibilidad y respeto.

4. El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
El principito es un clásico que no puede faltar en ninguna lista sobre lectura infantil con valores y profundidad emocional. Publicado por primera vez en 1943, El principito es mucho más que un libro para niños: es una obra universal sobre la inocencia, la amistad y el sentido de la vida. A través del encuentro entre un piloto perdido en el desierto y un pequeño príncipe proveniente de otro planeta, Saint-Exupéry nos invita a mirar el mundo con los ojos del corazón y a redescubrir lo esencial, aquello que a menudo los adultos olvidan.
Cada personaje —el zorro, la rosa, el farolero— encierra una enseñanza sobre el amor, la responsabilidad y la importancia de las conexiones humanas. Su lenguaje poético y simbólico permite múltiples lecturas: los niños disfrutan de la historia y las ilustraciones, mientras que los adultos encuentran en sus páginas una profunda reflexión sobre la vida y la autenticidad.
El principito es un recordatorio atemporal de que “lo esencial es invisible a los ojos”, y que conservar la curiosidad, la ternura y la capacidad de asombro es una forma de mantener viva nuestra humanidad.

5. La biblia
Hablar de la importancia de que los niños lean la Biblia es hablar no solo de espiritualidad, sino también de formación en valores, identidad y esperanza.
La lectura de la Biblia desde la infancia ofrece mucho más que conocimiento religioso: brinda una base sólida para el desarrollo moral, emocional y espiritual de los niños. A través de sus historias, parábolas y enseñanzas, los pequeños descubren valores universales como el amor, la justicia, la gratitud, la compasión y el perdón, que les ayudan a comprender el sentido de sus acciones y a construir relaciones más sanas con los demás.
Leer la Biblia también fortalece la identidad espiritual, invitando a los niños a reconocer que son parte de algo más grande: una historia de fe, propósito y esperanza. Al conocer personajes como David, Ester, José o Jesús, aprenden que la valentía, la confianza y la fe pueden transformar incluso las situaciones más difíciles.
Además, la lectura bíblica en familia o en comunidad se convierte en un espacio de diálogo, reflexión y unión, donde los niños pueden hacer preguntas, expresar lo que piensan y descubrir cómo las enseñanzas de Dios se aplican a su vida cotidiana.
Como dice el libro de Proverbios:
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6)
Fomentar la lectura de la Biblia desde temprana edad busca sembrar principios que acompañen a los niños en su crecimiento: respeto, empatía, honestidad y fe. En un mundo lleno de distracciones y mensajes cambiantes, la Biblia sigue siendo una guía que inspira al corazón y forma el carácter.
Posee los mejores consejos para la vida de tus pequeños. La palabra de Dios es reconfortante para cualquier momento de la vida, no existe edad para empezar a leerla.
Puedes empezar con una biblia especialmente para niños, con ilustraciones y un lenguaje fácil de entender para ellos.

¿No te encanta este listado? a nosotros sí, especialmente porque sabemos que si eliges leerla al lado de tus hijos, son libros que también te maravillaran a ti.
Por si aún dudas de si hacerlo o no, te compartimos las ventajas que tendría tu hijo al hacerlo:
En palabras sencillas, leer por gusto desde la infancia fortalece el cerebro y el bienestar emocional, sentando bases sólidas para un aprendizaje más efectivo y una vida más equilibrada. La lectura temprana, más allá de ser un pasatiempo, actúa como una herramienta poderosa para el desarrollo integral y la salud mental de los niños.
-  Desarrollo del lenguaje y la comunicación: La lectura constante expone a los niños a un vocabulario más amplio y a estructuras gramaticales complejas, mejorando su habilidad para expresarse verbalmente y entender el lenguaje escrito.
-  Fomento de la imaginación y la creatividad: Los libros ofrecen mundos imaginarios, personajes fascinantes y situaciones emocionantes que estimulan la creatividad y permiten a los niños explorar ideas y emociones de manera segura.
-  Mejora de las habilidades de lectura y comprensión: La práctica regular de la lectura fortalece las habilidades de decodificación de palabras, fluidez en la lectura y comprensión lectora, habilidades cruciales para el éxito académico en todas las materias.
-  Estímulo del pensamiento crítico y la reflexión: A través de la lectura, los niños son expuestos a diferentes puntos de vista, problemas éticos y dilemas morales, lo que les ayuda a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y reflexión sobre el mundo que los rodea.
-  Desarrollo de la empatía y la comprensión social: Los libros ofrecen historias de personajes diversos y experiencias diversas, lo que permite a los niños comprender mejor las emociones, pensamientos y experiencias de otras personas, promoviendo la empatía y la comprensión social.
-  Preparación para el éxito académico y profesional: La habilidad de leer con comprensión es esencial para todas las áreas del aprendizaje académico y para el desarrollo profesional futuro, ya que permite acceder a información crucial y desarrollar habilidades de investigación y análisis.
-  Placer y entretenimiento: Leer es una fuente de entretenimiento y placer, proporcionando a los niños momentos de diversión y disfrute que pueden perdurar toda la vida.
- Construcción de un vínculo afectivo: Leer juntos fomenta un vínculo afectivo entre padres e hijos, creando recuerdos compartidos y oportunidades para conversaciones significativas.
Como lo ves, no hay lado negativo en leer, así que no hay excusas, si tu hijo o tú no tienen el hábito de leer puedes empezar paulatinamente, media hora al día, luego ir aumentando hasta que puedas ponerte grandes retos de libros al mes. ¡Nos encanta!
¿Crees que faltó un título en este conteo? Cuéntanos en los comentarios, así todos podremos leer más.

 
 
