“46.5% de los niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica en Guatemala, esto es 1 de cada 2 niños”. Las estadísticas colocan a nuestro país en el primer lugar con mayor desnutrición crónica en América Latina, una problemática que afecta principalmente a niños y niñas del altiplano del país en donde los mayores porcentajes se dan en los departamentos de Totonicapán, Quiche, Huehuetenango, Sololá, Chimaltenango, San Marcos, y en departamentos del oriente del país entre ellos: Chiquimula, Jalapa, Alta Verapaz y Baja Verapaz. Por otro lado, tenemos la problemática de la Desnutrición Aguda, según los registros oficiales, en el 2023 se registró un incremento del 26% de los casos de niños y niñas de 6 a 59 meses con Desnutrición Aguda, con respecto al año anterior. Lamentablemente, 54 niños y niñas menores de cinco años murieron en Guatemala por causa de la Desnutrición Aguda, los departamentos con más muertes fueron: Alta Verapaz, Huehuetenango, Escuintla, Suchitepéquez, Chiquimula, San Marcos y Retalhuleu.
Es la enfermedad que se da cuando el organismo no recibe las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales necesarios para funcionar adecuadamente, mantener una buena salud y un desarrollo adecuado.
Uno de los retos más grandes de los niños guatemaltecos es la desnutrición aguda o emaciación grave, según UNICEF, un niño con desnutrición aguda tiene 9 veces más probabilidades de morir que un niño con un estado nutricional normal, 1 de cada 5 muertes de niños y niñas menores de 5 años se atribuyen a esta problemática.
Durante la infancia y la niñez, hay una alta demanda de nutrientes para favorecer el crecimiento, el desarrollo del cerebro y de todos los órganos del cuerpo, así como el fortalecimiento del sistema inmunológico. Si no se satisfacen estas necesidades nutricionales, los niños son más propensos a experimentar retrasos en el crecimiento, deficiencias cognitivas y problemas de salud que afectan les afectan desde temprana edad hasta la vida adulta.
Dado que los niños están en una etapa crítica de desarrollo físico y cognitivo, la desnutrición durante la infancia puede tener efectos devastadores a corto y largo plazo, tanto a nivel individual como para la sociedad en general. Es por eso que es crucial abordar la desnutrición infantil mediante intervenciones que promuevan el acceso a alimentos nutritivos, atención médica adecuada y educación sobre prácticas de cuidado y alimentación saludables.
El niño o la niña tiene menos de la talla que se espera que tenga para su edad. Este tipo de desnutrición disminuye permanentemente las capacidades físicas, mentales y productivas de las personas. La desnutrición crónica solamente se puede prevenir y no recuperar. La prevención se logra principalmente cuidando la salud y nutrición durante los primeros 1000 días de vida, es decir desde el inicio del embarazo hasta cumplir los primeros 2 años de edad. La desnutrición crónica tiene implicaciones para la vida de los niños a mediano plazo, como por ejemplo pueden tener más probabilidad de enfermarse por infecciones en los primeros años de vida, dificultades para aprender en la escuela, entre otros. A largo plazo hay consecuencias en la vida adulta, tendrá más posibilidad de tener enfermedades como la diabetes, hipertensión, cáncer entre otras, además puede afectar las oportunidades de empleo y generación de ingresos.
Estos tipos de desnutrición están influenciados por diversos factores, como la pobreza, la inseguridad alimentaria aguda, inadecuadas prácticas de cuidado y alimentación, la calidad de la dieta en el hogar, la falta de agua y saneamiento básico deficiente en la vivienda y el limitado acceso a servicios de salud.
Es momento de decir SUFICIENTE, no más muertes de niños por falta de alimentos nutritivos, en nuestro país existe suficiente comida para todos. Ayúdanos a decir Suficiente y hacer Suficiente.
Puedes donar aquí y contribuir con alimentos nutritivos a niños y niñas de Guatemala, en especial en las áreas más vulnerables del país tales como el corredor seco.