Una alimentación adecuada durante la infancia es esencial para promover un crecimiento y desarrollo saludables, prevenir enfermedades y establecer hábitos alimenticios positivos que perduren toda la vida. Sin embargo, la alimentación de un niño debe adaptarse a sus necesidades nutricionales en función de su edad y etapa de desarrollo. Para crecer sano en aspectos físicos, mentales y emocionales.

“Son pocos los niños que reciben alimentación complementaria segura y adecuada desde el punto de vista nutricional; en muchos países, menos de un cuarto de los niños de 6 a 23 meses cumplen los criterios de diversidad de la dieta y frecuencia de las comidas apropiados para su edad.”

Aquí tienes algunas pautas generales para la alimentación de niños según su edad:

1. 0 a 6 meses. Lactancia materna exclusiva: Según la OMS, la lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Durante los primeros seis meses de vida, la leche materna es el alimento ideal para los bebés. Proporciona todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables.

    

2. 6 a 12 meses. Introducción de alimentos sólidos:

   A partir de los seis meses, se inicia la introducción de alimentos sólidos en la dieta del bebé, complementando la leche materna. Se comienza con purés suaves de frutas, verduras, cereales sin gluten (arroz, maíz, mijo, plátano, etc) y proteínas como el huevo y el pollo, introduciendo un alimento nuevo cada 1 a 3 días para vigilar posibles alergias.
   
   

3. 1 a 3 años. Transición a una alimentación variada:

   Durante este período, el niño continúa explorando una variedad de alimentos. La dieta debe incluir una variedad de frutas, verduras, proteínas magras (carnes con bajo contenido de grasa, por ejemplo: pechuga de pollo sin piel), lácteos, granos enteros y grasas saludables, complementando con leche materna hasta los dos años o más. Es importante fomentar la autonomía alimentaria permitiendo que el niño explore diferentes texturas y sabores.
   
   

4. 4 a 8 años. Establecimiento de hábitos alimenticios saludables:

   En esta etapa, se consolidan los hábitos alimenticios. Es importante ofrecer opciones saludables y limitar el acceso a alimentos procesados y altos en azúcar, sal y grasas saturadas. Fomentar la participación del niño en la preparación de alimentos y comer en familia puede ayudar a promover una relación positiva con la comida.
   
   

5. 9 a 12 años. Mantenimiento de una alimentación equilibrada:

   Durante la preadolescencia, los requerimientos nutricionales pueden aumentar debido al rápido crecimiento y desarrollo. Es fundamental seguir ofreciendo una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos nutritivos para satisfacer estas necesidades en crecimiento.

Es importante recordar que estas son pautas generales y que las necesidades individuales de cada niño pueden variar. Siempre es recomendable consultar con un médico, pediatra/ nutricionista para obtener orientación específica sobre la alimentación de tu hijo según su edad y situación de salud.