El cambio climático tiene amplias implicaciones para el medio ambiente, la economía y la sociedad. Puede afectar la disponibilidad de recursos naturales como el agua, los bosques y los alimentos. El aumento de riesgo a desastres causados por eventos naturales o antropogénicos amenazan la biodiversidad y provocan la pérdida de hábitats naturales, causando impactos negativos en la salud humana. Por lo tanto, abordar el tema sobre la adaptabilidad al cambio climático se ha convertido en uno de los desafíos más urgentes y críticos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI, especialmente en el impacto negativo sobre la escasez del agua.
Las Naciones Unidas se refiere al cambio climático como los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden manifestarse en diversas formas, como el aumento de la temperatura promedio global, cambios en los patrones de precipitación, aumento del nivel del mar, derretimiento de los casquetes polares y glaciares, y aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como tormentas, sequías e inundaciones.
Las Naciones Unidas indica que a nivel mundial 2200 millones de personas carecen de agua potable y 4200 millones, el 55%, carecen de un sistema de saneamiento adecuado, el panorama no es alentador, ya que el cambio climático afectará la accesibilidad, calidad y cantidad del agua necesarias para el consumo humano, el saneamiento básico, la agricultura y alimentación de las personas, incrementado las estadísticas alrededor del mundo.
El cambio climático agrava la crisis del agua al afectar los patrones de precipitación y aumentar la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos, como sequías, deslaves e inundaciones.
A su vez, la gestión inadecuada del agua y la contaminación contribuyen al cambio climático al liberar gases de efecto invernadero en la atmósfera, como el metano producido por la descomposición anaeróbica de materia orgánica en humedales y cuerpos de agua contaminados.
Enfrentar estos desafíos requiere medidas urgentes a nivel local, nacional y global, que incluya la conservación y gestión sostenible de los recursos hídricos, la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación a los impactos inevitables del cambio climático. Sin embargo, tú también puedes ayudar, empezando a tomar conciencia del uso adecuado y sostenible del agua en el hogar, la oficina y demás lugares.