Don Ovel de 31 años de edad el cual está casado con doña Evelyn y tienen dos hijos Britni
de 9 años y Héctor de 6 años, don Ovel es una persona llena de ilusiones y sueños los
cuales en su momento fueron truncados, cuando tenía 22 años de edad por un accidente
donde lamentablemente perdió el brazo izquierdo debido a una moledora de rastrojo los
cuales son los desechos de la milpa, el estaba trabajando en el campo para poder cubrir
los gasto de su hogar cuando sufre el accidente.
En ese momento tenía el sueño de poder ser policía ya que su padre había servido al
ejército y era un ejemplo a seguir, además que con esa profesión podía tener una mejor
condición de vida para él y su familia, por la pérdida de su mano este deseo se vio afectado
porque en la academia de policía no lo aceptaban con su discapacidad, esto fue un causa
para que el se enfrentara a una depresión muy fuerte porque se vio afectada su economía,
sus sueños y la aceptación de las personas en la comunidad.
Durante el periodo de depresión y las faltas de oportunidad para personas con
discapacidad los alimentos que tenían no era suficiente para poder cubrir las necesidades
de la familia, con el apoyo de familias de la comunidad y familiares cercanos se pudieron
sostener por un periodo corto, ante la preocupación de doña Evelyn esposa de don Ovel
por la depresión que él vivía lo comienza a involucrar en la iglesia donde ella participara,
los líderes de fe comienza a orar por él y familia, por el poder de Dios el comienza a
recuperarse y comenzó a tener un la ilusión de vivir.
Dos años después del accidente recibe una invitación para formar un grupo de
emprendimiento y auto ahorro, esto le iba a permitir generar fondos, al principio se
comenzó a involucrar en procesos educativos para instalar un invernadero con cultivos
que producen en el área, para consolidar los procesos por parte de World Vision llega
un proyecto de emprendimiento donde se pudo construir un invernadero lo cual motivo
a don Ovel para poder producir productos para venta y autoconsumo.
Con la motivación de comenzar a cultivar en el invernadero, su primera siembra es el
tomate que es una verdura consumida constantemente por las familias, esto le permite
participar constantemente en la iglesia y se convierte rápidamente en un líder de fe, en su
primera cosecha de tomate lograr obtener una ganancia de Q,10,000.00 le permitió
poder tener suficiente para tener alimentos y cubrir servicios que se necesitan en el hogar.
La experiencia de don Ovel al ser una persona con discapacidad y cabeza de familia permite
que otras instituciones se interesen en su caso, comienzan a tener a más productores en
el área por lo que inician una cooperativa que permitiría pode exportar verduras a otros
municipios cercanos y tener más ganancias, se consolidad la cooperativa y él es uno de
los fundadores, con las gestiones de los integrantes de la cooperativa logran el apoyo de
World Vision, municipalidad y otros actores claves y construyen un centro de acopio
que les servirá para poder tener una venta de verduras.
A raíz de la pandemia y la modalidad de entrega de refacciones en las escuelas, donde los
maestros deciden entregar bolsas de alimentos a los estudiantes inscritos, esto para que
en las casas se realizaran las refacciones de las niñas y niños, evitando el contagio de
COVID-19, don Ovel comienza a vender su tomate a las escuelas por medio de la
cooperativo lo que permite seguir teniendo ganancia y sustentar a su familia, que en este
punto ya era su esposa y dos hijos.
Pero don Ovel no se quedo ahí, la producción del tomate se da una a la vez al año y esto
no era suficiente para los gastos del hogar por lo que decide tener otros cultivos como
lo fueron las hortalizas, cebolla, maíz y haba, esto tambien lo podía vender y le serviría
para el consumo de su familia, ya la discapacidad ya no era un obstáculo para que el
pudiera seguir adelante, uno de los ejemplos es que el es albañil y puede construir casas.
No se quedó con esto él quería aprovechar el tomate por lo que busca otra forma de
poder procesarlo y encuentra una modalidad que le enseña a realizar salsa de tomate
casera condimentada con especias, pero quería que le duraran por bastante tiempo por
lo que se motiva a aprender a embazar al vació, esta forma le permitía tener una ganancia
extra porque realizaba varios frascos de salsa que los utilizaba para el consumo de su
familia pero la comunidad se entero de esta nueva forma de salsa y comienza a vender
esporádicamente, los embazados le han durado hasta un año antes de vencerse.
Sin duda don Ovel es una persona de admirar ya que la discapacidad no lo detuvo en sus
sueños de tener a su familia y que tuviera lo suficiente para ser una familia unidad, llena
de amor, económicamente estable y basada en la fe de Dios, cada día es un reto para el
pero no se deja vencer.
Escrito por Nancy Gómez.
Facilitadora en Quetzaltenango, Guatemala.
