De la adversidad al Éxito Laboral
Cada siete de octubre se celebra y conmemora el Día Mundial del Trabajo Decente, acuñado por la Organización Internacional del Trabajo, definido como aquella actividad productiva en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana, tomando en cuenta los principios de igualdad de género y de no discriminación, para recordarnos lo importante que es un trabajo digno para toda persona.
Un trabajo no solo ayuda a tener un ingreso económica a las familias, también representa el bienestar y progreso social, fortaleciendo a cada individuo, sus familias y comunidades.
Conozcamos las historias de tres grandes personas, que a pesar de experimentar distintos retos como resultado de vivir en un país distinto al de su nacimiento, nos muestran cómo con su trabajo, esfuerzo y dedicación han logrado integrarse, superarse y disfrutar de una vida plena como orgullosos integrantes de la sociedad guatemalteca.
Lee la historia de Mario:
Mario, salió de su país en búsqueda de nuevas oportunidades laborales, actualmente reside en el departamento de San Marcos. Cuando ingresó a Guatemala, llegó sin poder optar a ningún empleo por lo que se vio en la necesidad de aprender de manera informal sobre albañilería y otros oficios. Con el apoyo de ACNUR y World Vision accedió a una oportunidad para realizar una pasantía en el hotel "Posada el Sol". Durante su pasantía, Mario tuvo un desempeño sobresaliente, su esfuerzo y trabajo fueron recompensados por el hotel ya que fue contratado directamente como un miembro más del equipo del hotel. Hoy Mario cuenta con un trabajo digno que le brinda todas las prestaciones de ley, un lugar seguro y oportunidades donde puede desempeñarse y utilizar todas sus habilidades y conocimientos.
La historia de Mario, nos enseña cómo aprovechar las oportunidades y esforzarnos para conseguir un objetivo de mejora. Conozcamos ahora la historia de Andrea.
Andrea, es una mujer de nacionalidad hondureña, con domicilio en el municipio de Esquipulas departamento Chiquimula. Ella salió de su país con la esperanza de encontrar paz y tranquilidad para su familia.
En Guatemala, encontró el apoyo de World Vision y ACNUR, quienes le brindaron el apoyo para tener un medio de vida sostenible; inició con una pasantía en el Hotel Payaqui, donde tuvo la oportunidad de poder demostrar sus habilidades y aprender un oficio diferente. En el tiempo que desarrolló su pasantía, Andrea demostró ser poseedora de muchas habilidades y destrezas gracias a las cuales pudo acceder a un trabajo estable que le proporciona seguridad y confianza en sí misma y en sus capacidades de seguir accediendo a oportunidades de vida que le ayudan a proveer de una mejor calidad de vida a su familia.
Andrea salió de su hogar en busca de paz, sin embargo sabía que el esfuerzo era parte del proceso de mejora y ahora ella y sus hijas, cuentan con un hogar seguro, gracias a la estabilidad de un empleo digno.
Por último leamos la historia de Elder...
Elder, se vio forzado a salir de su país debido a que su vida corría peligro, encontró refugio y una oportunidad para iniciar de nuevo en Guatemala donde actualmente reside en la ciudad capital.
Cuando Elder ingresó al territorio guatemalteco junto con su familia, rápidamente inició la búsqueda de un empleo, sin embargo, se encontró con distintas limitantes tales como la experiencia laboral, edad e incluso Xenofobia.
En el año 2023, Elder se incorporó al proyecto que World Vision y ACNUR gracias al cual pudo mejorar su perfil laboral por medio de cursos técnicos y vocacionales lo cual ha facilitado su inserción en el mercado laboral guatemalteco. Actualmente Elder se encuentra laborando en Grupo Hermmo donde ha alcanzado crecimiento profesional y personal.
Las tres historias nos demuestran que todas las personas, sin importar su condición, merecen un empleo digno, para poder superarse y aportar a la comunidad.
¿Conoces otra historia de impacto y empleo digno? Déjanos tu comentario.